domingo, 27 de mayo de 2012

"..redención ilimitada"



Uno de los puntos de divergencia entre el calvinismo y el arminianismo que surgió a principios del gran debate, tuvo que ver con el objetivo de la obra realizada por Cristo en la cruz. ¿Por quienes murió Cristo en la cruz? Es en este aspecto donde surgen los conceptos de redención limitada versus redención ilimitada. La primera sostenida por el calvinismo desde los días del Sínodo de Dort, la segunda defendida por el arminianismo. 

Expuesto en términos simples, el calvinista afirma que Jesús murió solo por algunos ( los elegidos ), mientras el arminiano sostiene que Cristo murió por todos. Este es un resumen bastante conciso de ambas posturas, y la brevedad del mismo muchas veces genera malas interpretaciones acerca del significado completo de cada posición. Por lo mismo, establecida de una forma más clara, la posición arminiana puede ser resumida de la siguiente manera: cada gota de la sangre de Cristo cumplió de manera completa dos grandes objetivos en la expiación: en primer lugar proveer salvacion para todos, y en segundo lugar procurar dicha salvacion para los elegidos. 

De esta manera, se aclararán algunos malentendidos respecto a la posición arminiana de la expiación, conocida como redención ilimitada. El más común de estos acusa a la postura arminiana de limitar el poder de la expiación, haciendo la salvación solo "posible" o "potencial" para los elegidos, sin asegurarla, sin hacerla "efectiva". Lo que implica esta acusación, es que la posición arminiana representa la redención como algo menos poderoso de lo que realmente es. 

Pero cuando entendemos la redención ilimitada en vista de lo anteriormente expuesto, podemos concluir que el arminiano no declara que la redención hizo menos de lo que la postura calvinista afirma, sino que al contrario hizo más. Al sostener que la muerte de Cristo cumplió tanto con provisión de salvación para todos, pero también con la aplicación de esta salvación en los elegidos (los creyentes) la posición arminiana se diferencia de la postura calvinista que sostiene lo último, sin sostener lo primero. En conclusión no hay nada de potencial en esto, ambos intentos son actual - y no potencialmente - cumplidos. 


Adaptado: http://christiancompletely.blogspot.com/2012/05/unlimited-atonement.html







domingo, 20 de mayo de 2012

"..la imputación de la justicia de Dios"



El termino imputación era muy importante para Arminio y otros pensadores reformados. Una de las cuestiones fundamentales que motivaron la reforma fue el profundo interés de Lutero respecto al modo en que se produce la justificación. Roma había enseñado que la justicia de Cristo se le "infundía" al creyente por medio de los sacramentos, que impartían una justicia "inherente". El pensamiento de la reforma reaccionó contra esta noción, afirmando en su lugar que la justicia de Cristo le es "imputada" al creyente, es decir, se le acredita o se pone en su cuenta. Por ello, la justicia por la que Dios, el juez, declara justificados a los pecadores es la sola justicia de Cristo. Arminio definió la justificación en este sentido reformado al escribir: 


Es una justificación por la que un hombre, que es pecador, pero creyente, compareciendo ante el trono de la gracia que se establece en Cristo Jesus - la propiciación - es considerado y declarado por Dios, el juez justo y misericordioso, como justo y digno de la recompensa de la justicia, no en sí mismo sino en Cristo, y ello por gracia, según el evangelio, para la alabanza de la justicia y de la gracia de Dios, y para la salvación de la propia persona justificada ( Romanos 3:24-26, 4:3-5 y 9-11) 


Esta es una definición legal, y Arminio la defendió tenazmente en todas sus obras. Por otra parte, para mostrar su adhesión a este punto de vista de la justificación, Arminio habló del término "imputado" como haciendo referencia a "aquello que es justicia según el registro de la gracia de Dios, puesto que no merece este nombre según el rigor de la justicia de la ley, ( o como siendo la justicia de otro, es decir de Cristo, que se convierte en nuestra por la generosa imputación de Dios )". 


Vistos estos argumentos queda claro que Arminio no propugnó ninguna forma de "justicia por obras". Sin duda, fue reformado por su formulación de la esencia de la redención, de lo que significa estar en un estado de gracia, y del modo en que todo ello interactua en la vida cristiana. Para los arminianos reformados, estar en un estado de gracia significa ser hallados en Cristo. 




Extraído de: 
La Seguridad de la Salvación: Un Punto de Vista Arminiano Reformado 
Stephen M. Ashby & J. Mathew Pinson 

domingo, 13 de mayo de 2012

"..gracia preveniente"



Si para el calvinista la solución al problema de la depravación e inhabilidad del hombre, es colocar la regeneración como algo previo a la fe, para el arminiano la solución se encuentra en lo que Arminio llamó "gracia preveniente". Con este término, Arminio busca referirse a aquella gracia que precede a la regeneración, y que, excepto cuando es finalmente resistida, inevitablemente llevará a la regeneración. Fue rápido en observar que esta "asistencia del Espíritu Santo" era de suficiencia tal como para mantener la más grande distancia posible del pelagianismo. 


Por definición, "gracia preveniente" es aquella obra del Espíritu Santo que "abre el corazón" del no regenerado ( para usar las palabras de Hechos 16:14 ) a la verdad del evangelio, y lo capacita para responder positivamente en fe. De esta manera es Dios y no el hombre, el que toma la iniciativa en la salvación. Nadie puede ser salvo sin ser llamado primero por Dios. Escrituralmente este concepto intenta expresar la verdad encontrada en pasajes como Juan 6:44, Hechos 16:14 y Juan 16:8. 


La gracia preveniente por tanto incluye tres aspectos. En primer lugar convicción: si la mente del no regenerado se encuentra enceguecida ( 2 Corintios 4:4 ) a la verdad, este trabajo del Espíritu Santo abre sus ojos para ver y entender. De esta manera el pecador depravado es convencido de sus pecados y de su culpa, de que Dios es justo y de que Cristo ha provisto redención para él, si acepta el regalo de Dios en fe. En segundo lugar persuasión: enfatizando que la convicción no es algo meramente intelectual sino mas bien el Espíritu hace que esta verdad afecte y compunja el corazón del pecador. En tercer lugar capacitación: siendo claro a través de las escrituras que el arrepentimiento y la fe no pueden ser ejercidos excepto si son concedidos como un don por Dios, las mismas escrituras y la naturaleza de estos dones enseñan que este don es entregado a modo de persuasión. 


A diferencia del arminianismo wesleyano, que habla de la gracia preveniente como algo emanando desde la cruz en forma generalizada, revirtiendo en forma universal la depravación humana, y otorgando la libertad a toda persona para aceptar o rechazar el evangelio; el arminianismo reformado mantiene que la gracia preveniente sólo es otorgada mediante la predicación del evangelio. Es la palabra de Dios el instrumento usado por el Espíritu como base de convicción, persuasión y capacitación; siendo solamente posible abrir el corazón del pecador cuando se escucha en forma activa la predicación del evangelio.  


Mientras que algunos calvinistas pudieran encontrar verdad en todo lo anterior y estar de acuerdo con ello, el punto de división principal entre calvinistas y arminianos en esta área específica es simplemente este: los calvinistas creen que esta obra es realizada sólo en los elegidos; los arminianos creen que esta obra es realizada tanto en el corazón de los elegidos como los no elegidos. Algunos que experimentan esta obra creen y son salvos; otros son llevados a exactamente el mismo punto de posibilidad pero rechazan el evangelio, y por lo mismo son condenados. 




Adaptado: Grace, Faith and Free Will
Robert E. Picirilli