domingo, 5 de agosto de 2012

"..un pelo de diferencia"



En un simposio en honor a Dale Moody, I. Howard Marshall recitó el viejo dicho de que los arminianos saben que son salvos pero temen no poder seguir siéndolo, mientras que los calvinistas saben que no pueden perder su salvación pero temen que nunca la hayan tenido. Fuera de su repetitividad, esto resalta los dos componentes de la cuestion respecto a la certeza de la salvación. En primer lugar ¿Es posible saber de manera absoluta y confiable que se es salvo? y segundo ¿Es posible para los que actualmente creen que son salvos tener certeza que permanecerán en un estado de gracia hasta el día de la redención final? Es un poco más que irónico ver que a pesar de viajar por caminos diferentes, muchos arminianos y calvinistas llegan básicamente a la misma respuesta - la certeza se basa en evidencias de santificación. Michael Eaton cita al predicador del siglo XIX Asahel Nettleton como un buen ejemplo de este extraño estado de las cosas, cuando recuerda sus palabras: "lo más allá que me he aventurado a decir respecto a mi persona es, que pudiera ser posible para mi llegar al cielo". Palabras quizás esperables de un arminiano , pero Nettleton era calvinista. 


Al igual que Martin Lutero, creo que una persona encuentra certeza cuando confía en la obra justificadora de Cristo. Creo también que el don de la fe permanece y persevera, y que inevitablemente se manifiesta a si mismo en la vida de un creyente. Sin embargo, el nivel de manifestación varía entre creyente y creyente. Abraham y Lot eran ambos justificados ( 2 Pedro 2:7-8 ) pero lo evidenciaron de manera muy distinta.




Salvation and sovereignty
Kenneth Keathley