domingo, 16 de septiembre de 2012

"..regeneración y santificación"


En el calvinismo tradicional, la regeneración precede a la fe. Los calvinistas consideran que es imposible para un pecador creer a no ser que primero sea regenerado. Los arminianos creen que es absolutamente necesario que el Espíritu Santo actúe en el corazón de la persona que escucha el evangelio para que la fe sea posible (Juan 6:44). Pero para los arminianos esta obra del Espíritu Santo no es sinónimo de regeneración. En el arminianismo, la fe precede a la regeneración. En la postura calvinista, solo los regenerados creen. En la postura arminiana, solo los creyentes son regenerados. Ambas posturas afirman que los creyentes son justificados.

El arminianismo reformado afirma un "monergismo condicional" con respecto a la justificación y la regeneracion. Justificación y regeneración son completamente actos de la provisión de Dios. Esto significa que justificación y regeneración son efectos. Dios es la causa. La condición para la justificación es fe en Cristo. La fe es una experiencia humana que puede tomar lugar solo mediante provisión divina. Justificación es el acto de Dios, como juez supremo del universo, en el cual la persona que posee la muerte y la justicia de Cristo es declarada justa. La justificación es la base para la santificación. La regeneración es el primer paso en la santificación y conforma el fundamento para todo crecimiento y desarrollo que tome lugar en el proceso de santificación. Sin regeneración no habría santificación. 

Al hacer que la regeneración preceda a la fe, el calvinismo hace que la santificación preceda a la justificación. Por definición, regeneración es una experiencia transformativa. Es el primer paso en la santificación. Cuando el calvinismo sitúa a la regeneración precediendo la justificación, lo hace colisionando contra su propia teología. Louis Berkhof, un teólogo calvinista clásico, escribe que "la regeneración es el inicio de la santificación". Pero se genera un problema cuando se dice que la regeneración es el inicio de la santificación, y aun así, se sitúa regeneración antes de justificación. 

El diseño de Dios en hacernos justos no es un diseño que pueda o no ser efectivo, el éxito esta garantizado. 1 Corintios 6:9-10; Gálatas 5:19-21; y Efesios 5:3-5 dejan claro que aquellos caracterizados por una inmoralidad grosera no pueden declarar ser salvos. Un cristiano es alguien que ha reconocido su indignidad y culpa moral. Ha venido a Jesucristo deseando ser perdonado de su pecado y anhelando tener esta relación con el pecado cambiada. Ha recibido una nueva naturaleza a traves del nuevo nacimiento. Esta nueva naturaleza esta interesada en la justicia. Le ha declarado guerra al pecado. Puede que no gane cada batalla, pero es un soldado peleando en contra del pecado. Cuando peca, es el pecado de uno que ha sido derrotado en batalla, no el pecado de uno que nunca le ha declarado la guerra al pecado. Así como el hombre cayó de un estado de santidad a un estado de pecado, la redención esta diseñada para traer al hombre desde un estado de pecado a un estado de santidad. Si no hay santidad, no hay redención. 


The Quest for Truth
F. Leroy Forlines

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