domingo, 30 de septiembre de 2012

"..Trenchard y los pasajes que limitan la redención"



Es lógico, natural e inevitable que la mirada del Señor y de sus apóstoles descanse con deleite en la familia espiritual efectivamente redimida, como objeto especial del amor del Padre y del Hijo, siendo esto el fruto no sólo del gran propósito divino que se formuló antes de los tiempos de los siglos, sino también del dolor extremo del alma del Redentor en la Cruz. De ahí las referencias a los "muchos" redimidos (Marcos 10:45; Mateo 26:28 y 29; Juan 17), a las ovejas por las cuales murió el Buen Pastor, a los amados que no son del mundo, a "nosotros" a quienes rescató el Salvador cuando aún éramos enemigos, impíos y débiles (Romanos 5:5 al 11) así "Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante" (Efesios 5:2), y así "Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella para santificarla" (Efesios 5:25 y 26). 

Pero el hecho de que la Cruz tenga una relación muy especial con la Iglesia, en manera alguna anula las Escrituras citadas que declaran los aspectos universales de la Obra. Dios no nos ha llamado a determinar si su propósito se lograría o no. Estamos seguros que sí, pero esta seguridad no se basa en nuestra lógica, sino en la revelación que Dios nos ha dado de sí mimo a través de la Palabra. El problema que la Palabra inspirada plantea recibe amplia solución en las verdades que ella misma nos revela. Esto basta y sobra para el alma humilde y fiel. El Elegido para llevar a cabo todos los propósitos de gracia de Dios es Cristo, y el que se halla en Cristo por la fe es un elegido. La iglesia se compone únicamente de creyentes que se hallan en Cristo, y por esta razón es la Iglesia de los elegidos. 


Escogidos en Cristo
Ernest Trenchard y JM Martinez

domingo, 16 de septiembre de 2012

"..regeneración y santificación"


En el calvinismo tradicional, la regeneración precede a la fe. Los calvinistas consideran que es imposible para un pecador creer a no ser que primero sea regenerado. Los arminianos creen que es absolutamente necesario que el Espíritu Santo actúe en el corazón de la persona que escucha el evangelio para que la fe sea posible (Juan 6:44). Pero para los arminianos esta obra del Espíritu Santo no es sinónimo de regeneración. En el arminianismo, la fe precede a la regeneración. En la postura calvinista, solo los regenerados creen. En la postura arminiana, solo los creyentes son regenerados. Ambas posturas afirman que los creyentes son justificados.

El arminianismo reformado afirma un "monergismo condicional" con respecto a la justificación y la regeneracion. Justificación y regeneración son completamente actos de la provisión de Dios. Esto significa que justificación y regeneración son efectos. Dios es la causa. La condición para la justificación es fe en Cristo. La fe es una experiencia humana que puede tomar lugar solo mediante provisión divina. Justificación es el acto de Dios, como juez supremo del universo, en el cual la persona que posee la muerte y la justicia de Cristo es declarada justa. La justificación es la base para la santificación. La regeneración es el primer paso en la santificación y conforma el fundamento para todo crecimiento y desarrollo que tome lugar en el proceso de santificación. Sin regeneración no habría santificación. 

Al hacer que la regeneración preceda a la fe, el calvinismo hace que la santificación preceda a la justificación. Por definición, regeneración es una experiencia transformativa. Es el primer paso en la santificación. Cuando el calvinismo sitúa a la regeneración precediendo la justificación, lo hace colisionando contra su propia teología. Louis Berkhof, un teólogo calvinista clásico, escribe que "la regeneración es el inicio de la santificación". Pero se genera un problema cuando se dice que la regeneración es el inicio de la santificación, y aun así, se sitúa regeneración antes de justificación. 

El diseño de Dios en hacernos justos no es un diseño que pueda o no ser efectivo, el éxito esta garantizado. 1 Corintios 6:9-10; Gálatas 5:19-21; y Efesios 5:3-5 dejan claro que aquellos caracterizados por una inmoralidad grosera no pueden declarar ser salvos. Un cristiano es alguien que ha reconocido su indignidad y culpa moral. Ha venido a Jesucristo deseando ser perdonado de su pecado y anhelando tener esta relación con el pecado cambiada. Ha recibido una nueva naturaleza a traves del nuevo nacimiento. Esta nueva naturaleza esta interesada en la justicia. Le ha declarado guerra al pecado. Puede que no gane cada batalla, pero es un soldado peleando en contra del pecado. Cuando peca, es el pecado de uno que ha sido derrotado en batalla, no el pecado de uno que nunca le ha declarado la guerra al pecado. Así como el hombre cayó de un estado de santidad a un estado de pecado, la redención esta diseñada para traer al hombre desde un estado de pecado a un estado de santidad. Si no hay santidad, no hay redención. 


The Quest for Truth
F. Leroy Forlines

domingo, 2 de septiembre de 2012

“..Arminio y la doctrina de la santificación”



Santificación es el acto de la gracia de Dios, mediante el cual purifica al hombre que es pecador - y al mismo tiempo creyente - de las tinieblas de la ignorancia, del pecado que lo inunda junto con sus deseos y lujurias; y lo llena con el Espíritu de conocimiento, justicia y santidad, para que - siendo separado de la vida del mundo y hecho conforme al corazón de Dios - el hombre pueda vivir la vida de Dios.

Así como en el Antiguo Pacto, los sacerdotes acostumbraban ser rociados con sangre, así mismo, la sangre de Jesucristo, que es la sangre del Nuevo Pacto, sirve a este propósito – rociarnos a nosotros, constituidos como sacerdotes por Él, para servir al Dios vivo. Es a este respecto: el rociamiento con la sangre de Cristo - que principalmente sirve para la expiación del pecado, y que es también la causa de nuestra justificación - que pertenece la santificación.

Esta santificación no es completada en un simple momento; sino que el pecado, del dominio del cual hemos sido liberados a través de la cruz y la muerte de Cristo, es debilitado más y más en una perdida diaria, y el hombre interior es día a día renovado más y más, mientras llevamos en nuestros cuerpos la muerte de Cristo, y el hombre exterior va pereciendo.


On the Sanctification of Man
The Writings of James Arminius

domingo, 5 de agosto de 2012

"..un pelo de diferencia"



En un simposio en honor a Dale Moody, I. Howard Marshall recitó el viejo dicho de que los arminianos saben que son salvos pero temen no poder seguir siéndolo, mientras que los calvinistas saben que no pueden perder su salvación pero temen que nunca la hayan tenido. Fuera de su repetitividad, esto resalta los dos componentes de la cuestion respecto a la certeza de la salvación. En primer lugar ¿Es posible saber de manera absoluta y confiable que se es salvo? y segundo ¿Es posible para los que actualmente creen que son salvos tener certeza que permanecerán en un estado de gracia hasta el día de la redención final? Es un poco más que irónico ver que a pesar de viajar por caminos diferentes, muchos arminianos y calvinistas llegan básicamente a la misma respuesta - la certeza se basa en evidencias de santificación. Michael Eaton cita al predicador del siglo XIX Asahel Nettleton como un buen ejemplo de este extraño estado de las cosas, cuando recuerda sus palabras: "lo más allá que me he aventurado a decir respecto a mi persona es, que pudiera ser posible para mi llegar al cielo". Palabras quizás esperables de un arminiano , pero Nettleton era calvinista. 


Al igual que Martin Lutero, creo que una persona encuentra certeza cuando confía en la obra justificadora de Cristo. Creo también que el don de la fe permanece y persevera, y que inevitablemente se manifiesta a si mismo en la vida de un creyente. Sin embargo, el nivel de manifestación varía entre creyente y creyente. Abraham y Lot eran ambos justificados ( 2 Pedro 2:7-8 ) pero lo evidenciaron de manera muy distinta.




Salvation and sovereignty
Kenneth Keathley

domingo, 15 de julio de 2012

"..seguridad y apostasía"




Uno de los puntos por los que el arminianismo resulta ser popularmente conocido, es el tema que tiene relación con la llamada Perseverancia de los Santos. El asunto tiene que ver con la disyuntiva entre creer que personas, verdaderamente creyentes en Cristo para salvación, pueden o no negar la fe y perder su salvación; o por otro lado, una vez que esa persona puso su fe en Cristo, su salvación final esta incondicionalmente garantizada. 


El hecho de creer en la perseverancia incondicional de los santos no impide que una persona pueda ser catalogada como arminiana. Arminio mismo mantuvo bastante reserva en el asunto y nunca enseñó abiertamente que los creyentes pudieran abandonar la fe y perder su salvación. Los "Remonstrantes" por otro lado - creyentes que se colocaron de lado de Arminio en los debates teológicos de la Holanda del siglo XVII - originalmente no tomaron una posición determinada en este asunto, a pesar de que con los años llegaron a la conclusión que creyentes sí pueden abandonar la fe y perecer. 


En la actualidad, la declaración de fe de la Sociedad de Arminianos Evangélicos ( Society of Evangelical Arminians ) solo afirma que "perseverar en la fe es necesario para la salvación final" sin especificar más en detalle acerca de la posibilidad de abandonar o no la fe. En vista del acuerdo histórico dentro del campo arminiano en permitir un desacuerdo respecto a este asunto, la seguridad eterna no es un factor determinante en el hecho de ser catalogado como arminiano o calvinista.


El administrador de este blog, afirma creer en la perseverancia incondicional de los santos ( la creencia en la doctrina de que aquellos a quienes Dios escogió y salvó , Dios mismo los llevará a perseverar hasta el final en la fe ) Por otro lado niega la creencia popular en una salvación incondicional ( la idea antinomianista que intenta dar a entender que por el hecho de hacer una simple oración, una persona puede vivir su vida libremente en pecado y finalmente terminar en el cielo ). Por lo mismo, los artículos compartidos en este blog buscarán promover esta postura, sin negar el mérito ni la capacidad de muchos hermanos muy piadosos, que han sido de gran ayuda personal, y que creen en la posibilidad de que un verdadero creyente puede negar la fe y perder su salvación. 




Datos: http://evangelicalarminians.org/?q=Are_You_an_Arminian_and_Dont_Even_Know_It






domingo, 8 de julio de 2012

"..certeza, contingencia, necesidad"



El arminianismo insiste en que no hay conflicto entre certeza y contingencia ( cosas que pueden resultar de dos o más caminos ) a pesar de que una explicación respecto a esto requiere una discusión técnica cuidadosa de tres términos importantes: certeza, contingencia, y necesidad. La distinción entre estos juega un importante rol en los asuntos relacionados con la predestinación. Me atrevería a pensar que solo en este asunto, existe más espacio para malos entendidos, y más que puede ser ganado por su aclaración que cualquier otro punto en disputa. 


Todas las cosas que acontecen son ciertamente conocidas por Dios, todo acontecimiento es efectivamente cierto y conocido como tal por Dios desde toda la eternidad. ¿Significa esto que "lo que será, será? Así es. Pero el significado de esta frase requiere un examen más de cerca. La sentencia es, de hecho, como una ecuación matemática con dos lados iguales. Todo lo que pasará, pasará; y si agregara "ciertamente" a la declaración - todo lo que pasará, ciertamente pasará - no he agregado nada. La así llamada "certeza" de un evento no significa nada más que su "seguridad", el simple hecho de que en verdad ocurrirá - y Dios sabe que ocurrirá. 


Los actos de las personas moralmente responsables son contingentes. Una contingencia es cualquier cosa que realmente puede llevarse a cabo en más de una manera. Esta capacidad de elegir no contradice la certeza. La certeza esta relacionada con el "hecho" de un evento, si realmente pasará o no pasará; la contingencia se relaciona con la naturaleza de ese evento - como pasará - si será algo libre o necesario. Un mismo evento puede ser una certeza, y al mismo tiempo contingente. 


Los eventos que pueden acontecer solo de una manera, que deben ser inevitablemente de la manera que son, se dice que son de "necesidad". Para tales acontecimientos hubieron causas que llevaron al evento, y que no permitieron libertad de elección; causas que necesariamente provocaron el evento. En cualquier momento en que Dios hace que algo acontezca de la manera que acontezca sin permitir ni una otra eventualidad, ese evento es una necesidad. 


Un evento puede ser una certeza sin ser una necesidad. "Será" ( certeza ) no es lo mismo que "debe ser" ( necesidad ). Algunos eventos son necesidad; esto es, son inevitablemente causados por una influencia previa. Otros son contingentes; esto es, son libres, capaces de más de alguna posibilidad dependiendo de una elección no coercitiva. Ambos tipos son igualmente ciertos y conocidos por Dios. 




Extraído: Grace, Faith & Free Will 
Robert E. Picirilli

domingo, 24 de junio de 2012

"..elección congruente"



Romanos 8:29-30 declara que Dios "conoció" seres humanos individuales, y a estos mismos individuos predestinó, llamó, justificó y glorificó, hablando de los resultados finales ( lejos en el futuro al menos para los recipientes involucrados ) como un evento pasado y ya resuelto , algo que siempre ha sido así para Dios. 


Conocimiento ( proginosko como verbo ) en su uso neotestamentario en relación con Dios ha adquirido un contenido y significado adicional. Respecto a su uso en Romanos 8:29, Wuest en su "Word Studies" concluye que: "el termino significa algo más que simple conocimiento previo, aunque este conocimiento es parte de la omnisciencia de Dios". Si este significado adicional neotestamentario es percibido como una "pre-experiencia con algo" buscando dar a entender que no hay momento en la eternidad donde el resumen total de la experiencia de Dios con cada persona no sea parte del presente de Dios, entonces las piezas de la elección y los pasajes de las escrituras donde este concepto esta fundado concuerdan de una manera más convincente y congruente.


Gigantes de la fe han batallado con el hecho de como una elección incondicional puede ser congruente con la libre voluntad del hombre. El gran predicador bautista del siglo IXX Charles Spurgeon, cuestionó si la enseñanza de la Biblia en estos temas podría alguna vez ser reconciliada: "no estoy seguro si en el cielo seremos capaces de conocer donde la libre voluntad del hombre y la soberanía de Dios se cruzan, pero ambas son grandes verdades". Sin embargo, si uno afirma que "conocimiento previo" implica una "experiencia presente con lo eterno - desde antes en la eternidad pasada y hacia la eternidad presente y futura" emerge congruencia en los pasajes bíblicos. 


Si Dios vive en un eterno presente, entonces Él siempre ha tenido no solo un conocimiento sino una experiencia con cada individuo. Por lo tanto nunca ha existido un momento en la eternidad donde Dios no haya experimentado una relación con cada persona elegida siendo convicta, aceptando el don divino de la fe, conversión, santificación, glorificación y su eterna adoración y alabanza en los cielos nuevos y tierra nueva. Por otra parte, Dios siempre ha experimentado de los no-elegidos su rechazo a la convicción del espíritu, su rechazo a su propia persona, su corazón progresivamente endurecido,  y su condenación y juicio eterno. 




Adaptado: Congruent Election, Understanding Salvation from an "Eternal Now"
Richard Land